domingo, 8 de abril de 2018

REFLEXIÓN FINAL


La educación ha evolucionado notablemente a lo largo de la historia. Anteriormente, la educación estaba muy limitada pero, en el siglo XIX, con el auge del liberalismo, comenzó a obtener mayor importancia y desarrollo.
Antes, la educación se basaba prácticamente en el docente y la relación entre profesor y alumno era muy escasa, importaba la materia que se impartía. Además, los recursos de los que se disponía no eran muy amplios, el alumno se dedicaba prácticamente a leer un libro para estudiar esa información y no existía un intercambio de ideas entre el resto de alumnos y profesor, no se trabajaba en grupo sino que era mayormente una labor individual.
En la actualidad, la educación está muy centrada en el alumno y el docente tiene la tarea de facilitador de conocimientos para el alumno/a, por lo que la relación entre alumno-profesor es buena. Los recursos de los que se dispone actualmente son mucho más adecuados con la importancia e influencia de las nuevas tecnologías y los alumnos realizan un aprendizaje cooperativo, trabajando en grupo colectivamente.
Como podemos ver, la educación ha evolucionado positivamente en todo este tiempo y ha alcanzado un nivel de importancia elevado. La educación es uno de los factores que más influye en el progreso y evolución de las personas y la sociedad. Contribuye a la mejora del bienestar social, al crecimiento económico, al desarrollo y es necesaria para eliminar las diferencias sociales y ser mejores personas.
Una de las cosas que podemos destacar en comparación con el Siglo XIX, es la obligatoriedad concedida a la educación, ya que ahora un menor debe estar formándose hasta los 16 años mínimo. No se le está permitido retirarse de la escuela antes de esta edad. Otro punto importante serían el uso de las nuevas tecnologías y nuevos medios con los que ahora se trabaja en clase, que han facilitado mucho más la labor del docente, así como la labor del propio alumno. Además en el Siglo XIX, como en siglos anteriores y posteriores la educación estaba considerada solamente para gente rica y con tiempo, ya que la mayoría de niños y niñas pobres no podían ir al colegio, ni aprender a leer incluso, debido a que tenían que trabajar o cuidar de sus hermanos menores. Todo esto ha ido cambiando, ya que a partir de la Ley Moyano, como hemos visto, se impuso una educación obligatoria.
Se da una clara diferencia entre el Siglo XIX y la actualidad, ya que antiguamente la educación sólo estaba permitida para un sector de la sociedad y la clase obrera estaba desplazada de todo esto. A día de hoy esto ha cambiado, el Estado da becas para que todo el mundo tenga derecho a estudiar y todo el mundo esté en las mismas condiciones.
Todos tenemos derecho a estudiar tengamos o no nivel económico.
Lo importante de todo esto es que la educación con los pasos de los años está avanzando a pasos agigantados, esto se debe a que la sociedad en general está cambiando y nos estamos concienciando de la realidad que hay en nuestras vidas.
Nosotros somos los primeros que tenemos que empezar a cambiar y cuando nosotros lo hagamos el resto de las cosas empezarán a cambiar.
Nadie dijo que los cambios fueran fáciles, pero el que algo quiere algo le cuesta, es ley de vida.
En este siglo que hemos trabajado, la educación deja de estar en manos de la iglesia, se separa de esta institución y se establece la secularización. Con respecto a esto, la sociedad actual no es muy diferente ya que los maestros no deben enseñar según su ideología. En cierto modo, tienen que dejar de lado sus creencias religiosas y centrarse en los contenidos tal y como se presentan.
Por otro lado, según otro aspecto que se establecía en la Ley Moyano, es la gratuidad relativa para la enseñanza primaria. Nos despista el término “gratuidad”, pero como bien hemos dichos, no todos los niños tenían acceso a dicha enseñanza. La clase media y la clase alta sí se podían beneficiar de ésta. La clase baja también, pero les interesaba más realizar trabajos para obtener un mínimo salario con el que colaborar para la familia.
Si hablamos del papel de las mujeres en la educación, las que conseguían estudiar tenían que hacerlo a través de un material específico para ellas. No compartían los mismos contenidos que los varones, porque todo estaba adaptado a otro punto de vista.
Por suerte, todo esto ha ido mejorando aunque muchas personas vean ciertos avances como problemas.

miércoles, 4 de abril de 2018

CUESTIÓN EDUCATIVA: EVOLUCIÓN DEL SISTEMA ESCOLAR EN ESPAÑA. LEYES DEL SIGLO XIX.

1.  PERSPECTIVA HISTÓRICA DEL SISTEMA EDUCATIVO

Los sistemas educativos nacionales surgen en Europa a principios del siglo XIX a raíz de la Revolución Francesa. En España, la Constitución de 1812 incorpora la idea de la educación en cuya organización, financiación y control debe intervenir el Estado. Es entonces cuando se sientan las bases para el establecimiento del sistema educativo español.
Para los liberales gaditanos, la educación aparece como un factor de progreso y como elemento básico del nuevo régimen político. Son conscientes de que una democracia estable sólo es posible si cuenta con una población educada para la libertad, conocedora de sus derechos y de sus deberes.
Sin embargo, su concreción definitiva culmina con la aprobación, en 1857, de la Ley Moyano.  

1.1 LA EDUCACIÓN DESDE FINALES DEL ANTIGUO RÉGIMEN HASTA LA PROMULGACIÓN DE LA LEY MOYANO EN 1857.  

La reacción española a la invasión napoleónica pone en marcha la revolución liberal, que tiene como consecuencia legislativa más importante la aprobación, por parte de las Cortes de Cádiz, de la Constitución de 1812. En ella se proclaman la soberanía de la ley sobre el rey y una nueva organización de la sociedad basada en los principios de libertad, igualdad y propiedad. Se señala que las competencias en educación recaen sobre las Cortes y no sobre el Gobierno.
Manuel José Quintana elaboró en 1814 un informe de gran trascendencia para el futuro de la educación en España: el Informe para proponer los medios de proceder al arreglo de los diversos ramos de instrucción pública, posteriormente convertido en norma legal en 1821.

Pocos meses después se produce el primer alzamiento militar de la historia del siglo, liderado por el general Elío. El gobierno surgido del golpe de Estado declaró nula la Constitución y los decretos de las Cortes, volviendo, de esta manera, al Antiguo Régimen.
El trienio de 1820-23, tras el pronunciamiento militar de Rafael de Riego, es un período importante para la historia de la educación, dado que en él se regula una nueva estructura educativa con la aprobación del Reglamento General de la Instrucción Pública de 1821.
El Reglamento de 1821, sancionaba la división de la instrucción en pública y privada, y determinaba la gratuidad de la enseñanza pública.
En 1823 se restablece el poder absoluto de Fernando VII por la intervención de las tropas francesas. Durante los diez años que dura esta época —el rey muere en 1833—, la reacción absolutista llega con la derogación del Reglamento General de Instrucción Pública de 1821 y la posterior promulgación del Plan literario de estudios y arreglo general de las universidades del Reino (1824), del Plan y Reglamento de escuelas de primeras letras del Reino (1825), y del reglamento general de las escuelas de latinidad y colegios de humanidades (1826).
Las novedades más importantes serían el establecimiento de la uniformidad de los estudios de todas las universidades y su exhaustiva reglamentación, la centralización de las universidades y la articulación jerárquica del gobierno, la inspección y la dirección de las escuelas.  
En 1833 comienza la regencia de Mª Cristina y, con ella, la llamada «década liberal».
Estos últimos lograrán afianzar sus ideas y su poder: desamortización, supresión de señoríos y órdenes religiosas, secularización de la enseñanza, etc. En 1836 se aprueba el Plan General de Instrucción Pública, que apenas tuvo vigencia pero supuso un importante antecedente de la Ley Moyano de 1857.

En 1843, con la mayoría de edad de Isabel II, se abre un nuevo período en la historia de España que dura hasta 1854: es la llamada «década moderada».  En el terreno educativo se aprueba en 1845 el Plan General de Estudios, en el que se renuncia a una educación universal y gratuita en todos los grados y se establecen las bases para la primera definición del sistema educativo contemporáneo, que se realiza con la promulgación de la Ley Moyano en 1857. 

1.2. DE LA LEY MOYANO A LA PRIMERA REPÚBLICA. 1857-1874.

La Ley de Instrucción Pública de 9 de septiembre de 1857, llamada Ley Moyano por ser Claudio Moyano Ministro de Fomento en el momento de su aprobación, significó la consolidación definitiva del sistema educativo liberal y el comienzo de la estabilidad del desarrollo de la instrucción pública.
La Ley Moyano consta de cuatro secciones:
  •  La primera, «De los estudios», regula los niveles educativos del sistema: primera enseñanza, dividida en elemental y superior; segunda enseñanza, que comprende seis años de estudios generales y estudios de aplicación a las profesiones industriales; y, en el nivel superior, los estudios de las facultades, las enseñanzas superiores y las enseñanzas profesionales.
  • En la sección «De los establecimientos de enseñanza» se regulan los centros de enseñanza públicos y privados.
  • La tercera, «Del profesorado público», regula la formación inicial, forma de acceso y cuerpos del profesorado de la enseñanza pública.
  •  Por último, en la sección «Del gobierno y administración de la instrucción pública» se establecen tres niveles de administración educativa (central, provincial y local) perfectamente jerarquizados, y se regulan unos tímidos intentos de participación de la sociedad en el asesoramiento a las diversas Administraciones.
Las características fundamentales de esta ley son las siguientes: Su marcada concepción centralista de la instrucción; el carácter ecléctico y moderado en la solución de las cuestiones más problemáticas, como eran la intervención de la Iglesia en la enseñanza o el peso de los contenidos científicos en la segunda enseñanza; la promoción legal y la consolidación de una enseñanza privada, básicamente católica, a nivel primario y secundario; y, por último, la incorporación definitiva de los estudios técnicos y profesionales a la enseñanza postsecundaria.
 El 19 de septiembre de 1868 estalla la revolución conocida como «la Gloriosa», comenzando el llamado sexenio revolucionario, y en 1873 es proclamada la Primera República española. Una de las características básicas de este período en el campo de la educación es el impulso de la libertad de enseñanza. El Decreto de 21 de octubre de 1868 defendía el necesario equilibrio entre la educación pública y privada, la necesidad de unos estudios distintos en duración para personas con desiguales capacidades y la libertad de cátedra. Otro importante decreto, aprobado el 25 de octubre de ese año, organizaba la segunda enseñanza, entendiéndola como un complemento o ampliación de la Educación Primaria, que debía formar ciudadanos ilustrados dotándoles de una amplia instrucción, y regulaba las facultades de Filosofía y Letras, Ciencias, Farmacia, Derecho y Teología.




Claudio Moyano, ministro que aprobó la Ley Moyano en 1857.


1.3. LA EDUCACIÓN EN LA ÉPOCA DE LA RESTAURACIÓN. 1874-1923.

Tras los agitados sucesos del sexenio revolucionario, los deseos de paz y orden de amplios sectores de la población facilitaron la llegada de la Restauración. En 1876 se aprueba el sufragio universal, la declaración de los derechos del hombre y la tolerancia religiosa.
La Constitución, reconoce la religión católica como la oficial del Estado, pero a su vez proclama la libertad de cultos y de conciencia. El sector más intransigente del catolicismo español mantenía que la confesionalidad del Estado implicaba el control ideológico de las escuelas y, por el contrario, las tesis de los liberales más progresistas afirmaban que la tolerancia de cultos y la libertad de conciencia significaban, necesariamente, la libertad de cátedra.
El sistema de partidos turnantes hizo de la educación un espacio de lucha política por la libertad de enseñanza, describiendo la legislación educativa un movimiento de péndulo en función de quién ocupase la cartera de Educación.
La educación volvió a tener un gran protagonismo a finales del siglo XIX. La crisis interna y la independencia de las últimas colonias en Asia y América hicieron que se acuñase la famosa frase de «salvar a España por la escuela». Se reforman las escuelas normales, la enseñanza secundaria y los planes de estudio de las enseñanzas universitarias. Las reformas también afectan a la reglamentación de los exámenes, a la regulación de la enseñanza de la religión, a la titulación del profesorado, a la reordenación del Bachillerato y a la autonomía universitaria.  
El intento de que los maestros pasen a ser pagados por el tesoro público, puesto que hasta entonces eran pagados por los ayuntamientos y su salario era bastante deficiente.
Hasta 1923, la política en general, y la educativa en particular, fueron vacilantes e inestables.
El 13 de octubre de 1923, el general Primo de Rivera encabezó un golpe militar que puso fin a la Restauración. El planteamiento antiliberal del nuevo régimen se concretó en lab negación de la libertad de cátedra. Durante el mandato primorriverista se llevaron a cabo reformas en el Bachillerato y en la Universidad; esta última muy contestada puesto que permitía a ciertos centros privados universitarios la colación de grado.

SIGLO XIX: LIBERALISMO EN ESPAÑA

SIGLO XIX: LIBERALISMO EN ESPAÑA

LOS INICIOS DEL LIBERALISMO

El Liberalismo se inicia con la Guerra de la Independencia de 1808 (hasta 1814). En esta guerra se produce el motín de Aranjuez, en el que Carlos IV se vio obligado a abdicar en su hijo Fernando. Tras un pacto con Napoleón, Fernando VII, sin saber que estaba siendo engañado, le devuelve el trono a su padre. Éste abdica en Napoleón, el cual le ofrece la corona a su hermano José. Esto es conocido como las Abdicaciones de Bayona. La corona española estaba en manos de los franceses. Mientras, en Madrid se producían los famosos fusilamientos del 3 de mayo debido al traslado del otro hijo de Carlos IV hacia Francia. Todo desembocó en un importante levantamiento.Como consecuencia, el pueblo español se dividió en dos grupos. Por un lado estaban los afrancesados, partidarios de José I; y por otro lado, los patriotas, que se negaban a obedecer a un extranjero. España quedaba así dividida en liberales y absolutistas. José I estableció un modelo político reformista y aprobó una ley fundamental para el reino, el Estatuto de Bayona. Se estableció un régimen autoritario, con unas Cortes estamentales.


LIBERALISMO GADITANO
La ausencia del monarca legítimo provocó un vacío de poder. Se puso en marcha un poder político alternativo que actuaba en nombre de Fernando VII. Se llevó a cabo con la nueva institución, la Junta Suprema Central, establecida en Cádiz ya que huía del ejército francés. En ésta, nació la idea de reunir las Cortes, con todos sus diputados. Las Cortes funcionaron hasta septiembre de 1813, y estaban constituidas principalmente por la clase media.
Constitución de 1812
Sus principios básicos, inspirados en la Revolución Francesa, son:

  • Soberanía nacional: la soberanía residía en la nación.
  • División de poderes: el poder legislativo residía en las Cortes; el ejecutivo, en el rey; y el judicial, en los tribunales.
  • El régimen político era la monarquía parlamentaria.
  • Religión oficial: el catolicismo es proclamado religión única y oficial del Estado, prohibiéndose cualquier otra.
  • Sufragio universal: las mujeres no votaban.
  • La crisis económica estallada en 1866, debida a las malas cosechas y la escasez de trigo, la bajada de los valores de la bolsa originada por la crisis de ferrocarriles, escasez del algodón en el sector textil… Todo esto provocó un aumento de paro y descenso del nivell de vida de los trabajadores.
  • Un deterioro político originado por el gobierno del Partido Moderado, que finalizó su etapa en el poder debido a una conspiración por parte del Partido Demócrata y Progresista, a la que se unió también la Unión Liberal.
  • Soberanía nacional.
  • Sufragio universal para varones mayores de 25 años.
  • Monarquía democrática con limitaciones de poderes para el rey.
  • Separación de poderes: poder legislativo residía en las cortes bicamerales, el poder ejecutivo en el Consejo de Ministros y el poder judicial estaba reservado para los Tribunales.
  • Amplia declaración de derechos y libertades, como por ejemplo la libertad de enseñanza.
  • Libertad de cultos religiosos.
  • Supresión del impuesto de consumos y eliminación de las quintas.
  • Reducción de la edad de voto a los 21 años.
  • Separación de Iglesia y Estado.
  • Reglamentación del trabajo infantil.
  • Abolición de la esclavitud en Cuba y Puerto Rico.
  • Un proyecto constitucional para instaurar una República Federal.
  • La nueva guerra civil carlista: Carlos VII encabezó la insurrección en el País Vasco y Navarra, estableciendo un gobierno en Estella, Navarra.
  • Las sublevaciones cantonales: Los republicanos federales más extremistas se lanzaron a proclamar cantones, pequeños estados regionales casi independientes en Valencia, Murcia y Andalucía, sublevándose contra el gobierno republicano de Madrid.
  • La guerra de los Diez años en Cuba: Fue una insurrección colonial a la que los cubanos denominaron “Guerra Larga”, que después de 10 años, se pacificó con la firma de la Paz de Zanjón.
  • Las conspiraciones militares alfonsinas: Entre los mandos del ejército se fue imponiendo la idea de la vuelta de los Borbones en la figura del hijo de Isabel II, Alfonso. Pronto empezaron las conspiraciones para realizar un pronunciamiento militar que derrocara la república.
  • Presentaba cierto equilibrio entre la constitución moderada de 1845 y la democrática de 1869.
  • Sustituye la monarquía democrática por la monarquía constitucional.
  • La Corona posee un carácter moderada y amplios poderes, y las Cortes eran bicamerales, formadas por el Senado y el Congreso de los Diputados.
  • No definía ningún tipo de sufragio pero sí la confesionalidad católica del Estado.
  • Declaración de los derechos ciudadanos básicos.
  • El republicanismo: Situada a la izquierda de los partidos dinásticos estaba dividido entre posibilistas, progresistas y centralistas. Se caracterizaba por reivindicar una mayor democratización del régimen y por la demanda de reformas sociales.
  • El carlismo: Destacó el Partido Integrista, que eran defensores del tradicionalismo católico y de los fueros. Mantuvieron cierta fuerza en el País Vasco, Cataluña y Navarra.
  • Los nacionalismos y regionalismos
  • Cataluña: Destacó la Unión Catalanista que elaboró un proyecto autonomista.La Lliga Regionalista fue el primer partido catalanista y se afianzó con el movimiento del modernismo.
  • País Vasco: Surgió en el marco del carlismo y de la defensa de los fueros. Destacó el Partido Nacionalista Vasco (PNV).
  • Galicia: Pretendían recuperar la lengua y la cultura gallega. Destacó la Asociación Regionalista Gallega que planteó la descentralización político-administrativa para Galicia.
  • Andalucía: Las raíces del nacionalismo pueden encontrarse en el movimiento cantonal republicano de 1873. Alcanzó protagonismo a través de la figura de Blas Infante.
  • Valencia: El nacionalismo tuvo sus orígenes como un movimiento cultural reivindicativo de la lengua y la cultura valencianas.
  • El Tratado de París
  • Repercusiones internas y regeneracionismo
  • La oposición
  • El conflicto colonial
  • La semana trágica de Barcelona
  • Impacto de la Primera Guerra Mundial
  • Crisis de 1917
  • Los partidos dinásticos se fragmentaron en multitud de facciones. Maura formó un gobierno de concentración con los políticos de los partidos dinásticos, pero este gobierno se deshizo por falta de entendimiento y el sistema entró en una etapa de gran inestabilidad y se recurrió a la clausura del Parlamento.
  • Aumentó el sindicalismo y la conflictividad obrera. aumentó también la subida de precios y el incremento del paro y aumentó el número de huelgas. Se multiplicaron las revueltas campesinas y se practicó el sindicalismo violento
  • Neoliberalismo español.
  • Se basaba en los fundamentos ideológicos de la división del trabajo.
  • Planteaba un tipo de instrucción adaptada a las necesidades y aspiraciones de la clase trabajadora.
  • Unía tanto a los sectores más radicalizados como a los más reformistas de la organización obrera para la lucha contra la burguesía.

En este período, las Cortes adoptaron unas medidas sociales y económicas que afectaban a los privilegios del Antiguo Régimen.
·         Se abolió el Régimen señorial, es decir, la dependencia que los campesinos tenían respecto a los señores; los señores dejarían de administrar justicia y de percibir rentas.
·         Desamortizaron los bienes de los afrancesados.
·         Se suprimió la Inquisición y los gremios. Es decir, acabaron con el organismo represivo del Antiguo Régimen, y con los grupos de personas con el mismo empleo.


Restauración del absolutismo (1814-1833)
Tras la derrota de Napoleón, los reyes legítimos volvieron a sus tronos.
Fernando VII regresó a España y fue aclamado por el pueblo como símbolo de la paz, la normalidad y la legitimidad restablecidas tras la guerra. Pero el rey promulgó un decreto que anulaba todas las reformas aprobadas en las Cortes, incluida la Constitución, a lo que le siguió la detención de los liberales más importantes y éstos recurrieron a la conspiración política y a la rebelión militar mediante pronunciamientos.

EL TRIENIO LIBERAL (1820- 1823)
El 1 de Enero de 1820, el coronel Rafael del Riego se sublevó en Cabezas de San Juan (Sevilla), cuando estaba al frente de soldados pendientes de embarcar para combatir en las colonias americanas. Riego recorrió Andalucía proclamando la Constitución de 1812, ante la pasividad del ejército, la acción de los liberales y la neutralidad de los campesinos, obligo a Fernando VII a aceptar la Constitución, el 10 de Marzo. Después se formó un nuevo gobierno que convocó elecciones a Cortes.
Los resultados de éstas dieron la mayoría a los diputados liberales, quienes iniciaron una importante obra legislativa, restaurando la mayoría de las reformas de Cadíz e impulsando la liberalización de la industria y el comercio.
Todas estas reformas provocaron la oposición de la monarquía. Fernando VII había aceptado el nuevo régimen forzado por las circunstancias y desde el primer momento paralizó cuantas leyes pudo, recorriendo al derecho de veto que le otorgaba la Constitución y conspiró contra el gobierno, buscando recuperar el poder mediante la ayuda de las potencias absolutistas de España.


Sin embargo, las medidas liberales de Trienio provocaron el descontento de los campesinos, ya que se abolían los señoríos jurisdiccionales, pero no les facilitaban el acceso a la tierra, no tuvieron rebaja de impuestos y la monetarización de los impuestos les obligaba a conseguir efectivo con la venta de sus productos.
Así, los campesinos más pobres e indefensos ante la legislación capitalista, se sumaron a la agitación antiliberal.
Por su parte, la nobleza tradicional y la Iglesia, perjudicadas por la supresión del diezmo y la venta de bienes monacales, impulsaron la revuelta contra el gobierno liberal y se alzaron partidas absolutistas, llegando a establecer una regencia absolutista en Seo de Urgen en 1823.
A esto se sumaron las tensiones entre los propios liberales que se dividieron en moderados, partidarios de reformas ilimitadas que no perjudicasen a la nobleza ni a la burguesía propietaria y los exaltados, que plantearon reformas radicales favorables a las clases medias y populares.
Cabe destacar que entre los años 1823 a 1833 se dio a cabo la década ominosa.

LIBERALISMO ISABELINO
Con la muerte de Fernando VII, se deja como heredera a su hija Isabel y como regente a María Cristina. Don Carlos, hermano del rey, hubiera sido rey si no se hubiese modificado la ley sálica.
Se produce una guerra, dividida en dos bandos, por un lado los carlistas, que defendían el absolutismo, la preeminencia de la Iglesia y el sistema foral. Y por otro lado los isabelinos, que cuentan con el apoyo de la alta nobleza, funcionarios, y parte del clero. Posteriormente buscan ayuda en los liberales.
La guerra se organiza en guerrillas, y se divide en dos fases; La primera fase (1833-1835) se caracteriza por la estabilización del frente en el norte y triunfos carlistas. En la segunda fase (1836-1840) se dio el triunfo liberal del general Espartero en Luchana. En 1837, se dio la Expedición Real a Navarra, pasando por Cataluña, con intención de llegar a Madrid.
El carlismo se dividió en transaccionistas e intransigentes. El general Maroto pacta con Espartero el fin de la guerra en el Convenio o Abrazo de Vergara. Cabrera continúa la guerra en el Maestrazgo hasta 1840.
María Cristina se apoya en los liberales para defender el trono de su hija frente al carlismo. El testamento de Fernando VII establecía un Consejo de gobierno que asesorase a la regente y presidido por Cea Bermúdez. Se compone de absolutistas moderados que proponen leves reformas.
Ante la guerra carlista, se busca apoyo de los liberales, destituyendo el de Cea Bermudez y escogiendo para presidirlo a Martínez de la Rosa, liberal moderado.
Se establece el Estatuto Real de Martínez de la Rosa (1834), una convocatoria a Cortes con dos cámaras, Estamento de los Próceres (cámara alta) y Estamento de los Procuradores (cámara baja). El sufragio era restringido, minoría de rentas elevadas y las Cortes legislan a propuesta del rey y son convocadas por el rey.
Los liberales se dividen en doceañistas (moderados) y exaltados (progresistas). Los sectores más conservadores apoyan a los moderados, pero la regente necesita apoyos para ganar la guerra y los encuentra en los progresistas.
Los progresistas descontentos con las reformas de 1835 protagonizaron revueltas populares.
M. Cristina llama a formar gobierno al progresista Mendizábal (septiembre de 1835), que comienza con la reorganización del ejército para la guerra carlista y del Estatuto Real, se decretó la desamortización de 1836 y M. Cristina es presionada por los absolutistas para que destituya a Mendizábal.
Estallaron revueltas a favor de la Constitución de 1812, tuvo lugar el levantamiento de los sargentos de la Granja y M. Cristina se ve obligada a restablecer la Constitución de 1812 y a poner en el gobierno al progresista Calatrava.
Se desarrollaron varias medidas: Disolución del régimen señorial, desvinculación. desamortización y liberalización de la economía.
Se convocaron Cortes extraordinarias para adaptar la Constitución de 1812. En junio de 1837, se aprueba un texto breve al que se uniría una legislación posterior.

Esta Constitución proclamaba una soberanía nacional, una amplia declaración de derechos, la división de poderes y la aconfesionalidad del Estado. También recogía elementos moderados, con dos cámaras colegislativas, concedía amplios poderes a la corona y financiación del culto católico.
Se convocaron elecciones en 1837, ganadas por los moderados y, en 1840, se prepara una ley electoral más restrictiva. Se limitaba la libertad de prensa, se prepara una Ley de ayuntamientos, se devuelven los bienes expropiados del clero y un proyecto de reimplantación del diezmo.
Se enfrentaron los progresistas y los moderados por la Ley de ayuntamientos, se produjo una insurrección de los progresistas y dimite M. Cristina.
Los progresistas ganan las elecciones y Espartero gobierna de forma autoritaria sin las Cortes.. Se puso en marcha la venta de bienes del clero secular y se aprueba el arancel librecambista en 1842. Por esto, Barcelona se subleva y Espartero acaba con el problema bombardeando la ciudad. En 1843, se da una conspiración moderada, que obliga a Espartero a dimitir. Se declara la mayoría de edad de Isabel II con 13 años.
Las elecciones de 1844 dieron la victoria a los moderados, que formaron un gobierno presidido por Narváez. Se sustentaba en el predominio del orden y la libertad y se combinaban reformas con medidas represivas, que pusiesen fin a las medidas revolucionarias de las etapas anteriores.
Este régimen se asentó sobre el predominio de la burguesía terrateniente, la Corona y el ejército, que falsearon las elecciones.
En la constitución de 1845 se aprobó una soberanía conjunta entre Corona y cortes, se dieron la ampliación de los poderes del ejecutivo y disminución de las atribuciones del legislativo, la restricción del sufragio y Senado elegido por la Corona. Los ayuntamientos y las diputaciones quedaron sometidos a la Administración Central y se suprimió la milicia nacional. Se declaró el catolicismo religión oficial y se acordó el mantenimiento del culto y del clero.
Se reformaba la Constitución de 1837 ampliando los poderes de la Corona y se restringían las libertades en leyes posteriores.
Un decreto de 1845 restringió el derecho de libertad de prensa. La Ley Electoral de 1846 planteó un sufragio censitario muy restringido. Se aceptaron los distritos uninominales.
Con la institucionalización del Estado Liberal se produjeron una serie de reformas, como la reforma fiscal, unificación de códigos. administración pública...
Cada provincia dependía del poder central de Madrid y del Ministerio de Gobernación. Se dio un levantamiento carlista por el miedo a la centralización. El decreto de 1844 acordó el mantenimiento en el País Vasco y Navarra de los ayuntamientos forales y la Juntas Generales.
Se estableció un sistema nacional de instrucción pública (Ley Moyano), adoptó un sistema único de pesos y medidas y se disolvió la Milicia Nacional, creándose la Guardia Civil.
Se refuerza el autoritarismo durante el gobierno de Bravo Murillo de 1852, que propuso una reforma constitucional que transformaba el Estado en una dictadura tecnócrata. La propuesta fracaso, y de este modo se produce una nueva revolución en 1854 que permitió la revuelta de los progresistas al poder.
El autoritarismo del gobierno provocó el levantamiento de los progresistas, los demócratas y de moderados defraudados. En junio de 1854, se dio un pronunciamiento liderado por O´Donnell, que funda la Unión Liberal. Los sublevados elaboran el Manifiesto de Manzanares.
Espartero fue elegido presidente y O´Donnell ministro. Se convocaron elecciones con la ley electoral de 1837 y se preparó una Constitución Non Nata (1856).
Se llevó a cabo un plan de reformas económicas en defensa de la burguesía urbana y las clases medias para impulsar el desarrollo y la industrialización del país.
En la legislación económica destacó la Desamortización de Madoz (1855) y la Ley General de Ferrocarriles de 1855.
En 1854, se dio una crisis de subsistencia y una movilización del pueblo y, en 1855 se produjeron huelgas en Cataluña. También se produce un levantamiento campesino en Castilla.
El gobierno presentó la Ley de Trabajo. Además, se agudizaron las discrepancias entre progresistas y moderados. Espartero dimite y la reina llama a gobernar a O´Donnell, que reprime las protestas.
Entre 1856 y 1868, se alternaron los unionistas y los moderados, pero la reina favorecerá a estos últimos y se margina a los progresistas y los moderados.
O´Donnell intenta lograr el equilibrio entre moderados y progresistas. Se consiguió una estabilidad interior, se intentó revitalizar el parlamentarismo y se amañaron unas elecciones, pero garantizando la representación de los opositores para evitar levantamientos.
A partir de 1863, el unionismo no es capaz de afrontar la oposición moderada, por lo que O´Donnell presenta su dimisión y la reina llama a gobernar a los moderados.
Retorna al gobierno Narváez. El gobierno actúa de forma autoritaria al margen de los partidos y de las Cortes. De este modo, los progresistas, con la ayuda de los demócratas, pasan a la insurrección. En 1868, tiene lugar la sublevación de los sargentos del cuartel de San Gil, pero fracasa. Los unionistas se ponen en contra del gobierno y O'Donnell se exilia a G. Bretaña.
La situación empeoró con la crisis de subsistencia en 1866, la sociedad coincidió en la necesidad de un pronunciamiento que diese un giro a la situación.

LIBERALISMO DEL SEXENIO
Tras el exilio de O’Donnell, se inició en España una etapa denominada como Sexenio Liberal (1868). Se considera el sexenio democrático o revolucionario como la última etapa de la revolución liberal en España. Representó el intento de ampliar el liberalismo e instaurar la democracia. Este ensayo terminará fracasando por los crecientes problemas que asolaron el país en esta época: la aparición del federalismo, el levantamiento carlista, el estallido de la guerra de los diez años en Cuba, etc. Finalmente, esta etapa concluirá con la restauración de los Borbones en la persona de Alfonso XII, hijo de Isabel II.
En Septiembre de 1868 se inició una revolución en la que las principales causas de esta revuelta fueron: una crisis económica en 1866 originada por la escasez del trigo y otros cereales y un deterioro político originado por el gobierno del Partido Moderado, que finalizó su etapa en el poder debido a una conspiración por parte del Partido Demócrata y Progresista a la que se unión después la Unión Liberal.
La sublevación fue dura y, finalmente, el gobierno dimitió y la reina se exilió a Francia.
Gobierno provisional y constitución de 1869
Inmediatamente se estableció un gobierno provisional de carácter centrista presidido por el general Serrano y con el general Prim como ministro de la guerra. Unionistas, progresistas y demócratas conformaban el gabinete. El nuevo gobierno convocó elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal (varones mayores de 25 años).
La Constitución “Democrática” es considerada la constitución más radicalmente liberal de las constituciones del siglo XIX. Sus principales características eran:

  • Soberanía nacional.
  • Sufragio universal para varones mayores de 25 años.
  • Monarquía democrática con limitaciones de poderes para el rey.
  • Separación de poderes: poder legislativo para las cortes bicamerales, el poder ejecutivo
  • en el Consejo de Ministros y el poder judicial estaba reservado para los Tribunales.
  • Amplia declaración de derechos y libertades, como por ejemplo la libertad de enseñanza.
  • Libertad de cultos religiosos.
Proclamada la Constitución y con el trono vacante, las Cortes establecieron una regencia que recayó en Serrano, mientras Prim era elegido presidente del gobierno. A éste se le asignó la tarea de buscar un nuevo rey para los españoles.
Reinado de Amadeo de Saboya (1871-1873)
Tras aprobarse la constitución en la que se establecía la monarquía como forma de gobierno, el general Serrano fue nombrado Regente y Prim pasó a presidir un nuevo gobierno. Desechada la opción de los Borbones, se inició la búsqueda de un candidato adecuado a la Corona entre las familias reales europeas. Se barajaron diversas opciones hasta que, finalmente, las Cortes eligieron como nuevo rey a Amadeo de Saboya, hijo del Víctor Manuel II, rey de la recién unificada Italia, y perteneciente a una dinastía con fama de liberal.
Tres días antes de la llegada de Amadeo I a España por el puerto de Cartagena fue asesinado el general Prim. El general progresista era el principal apoyo del nuevo rey y su ausencia debilitó grandemente la posición del nuevo monarca. Amadeo se encontró inmediatamente con un amplio frente de rechazo: los carlistas, todavía activos en el País Vasco y Navarra, los “alfonsinos”, partidarios de la vuelta de los borbones con la figura de Alfonso, hijo de Isabel II, y los republicanos procedentes del Partido Demócrata, que reclamaban reformas más radicales.
Los dos años que duró el reinado de Amodeo, se caracterizaron por una enorme inestabilidad política, con disensiones cada vez más acusadas entre los partidos que habían apoyado la revolución, lo que llevó a la desintegración de la coalición gubernamental. Además, Amadeo tuvo que hacer frente al nuevo estallido de las guerras carlistas (1872-1876) y al conflicto de Cuba. Impotente y harto ante la situación, Amadeo I renunció al trono a principios de 1873 y regresó a Italia. Sin otra alternativa, era impensable iniciar una nueva búsqueda de un rey entre las dinastías europeas, por lo que las Cortes proclamaron la República el 11 de febrero de 1873.


La Primera República (1873-1874)
Las ideas republicanas tenían escaso apoyo social y contaban con la oposición de los grupos sociales e instituciones más poderosos del país. La alta burguesía y los terratenientes, los altos mandos del ejército, la jerarquía eclesiástica eran contrarios al nuevo régimen. Los escasos republicanos pertenecían a las clases medias urbanas, mientras las clases trabajadores optaron por dar su apoyo al incipiente movimiento obrero anarquista.
La debilidad del régimen republicano provocó una enorme inestabilidad política. Cuatro presidentes de la República se sucedieron en el breve lapso de un año: Estanislao Figueras, Francisco Pi y Margall, Nicolás Salmerón y Emilio Castelar.
Los republicanos emprendieron una serie de reformas bastante radicales entre las que destacan:

  • Supresión del impuesto de consumos y eliminación de las quintas.
  • Reducción de la edad de voto a los 21 años.
  • Separación de Iglesia y Estado.
  • Reglamentación del trabajo infantil.
  • Abolición de la esclavitud en Cuba y Puerto Rico.
  • Un proyecto constitucional para instaurar una República Federal.
Los gobiernos republicanos también tuvieron que hacer frente a varios conflictos bélicos:

  • La nueva guerra civil carlista.
  • Las sublevaciones cantonales.
  • La guerra de los Diez años en Cuba.
  • Las conspiraciones militares alfonsinas.
El 4 de enero de 1874, el general Pavía encabezó un golpe militar. Las Cortes republicanas fueron disueltas y se estableció un gobierno presidido por el general Serrano que suspendió la Constitución y los derechos y libertades.
El régimen republicano se mantuvo nominalmente un año más, aunque la dictadura de Serrano fue un simple paso previa a la restauración de los Borbones que planeaban los alfonsinos con su líder Cánovas del Castillo. Finalmente, el hijo de Isabel II fue proclamado rey de España con el título de Alfonso XII, iniciándose así en España el período de la Restauración.

LIBERALISMO EN LA RESTAURACIÓN
Tras el agitado Sexenio Democrático, la monarquía de los Borbones quedó restaurada en la persona del joven Alfonso XII, hijo de Isabel II. El artífice de ello fue Cánovas del Castillo.
El Sistema Canovista estaba basado en el bipartidismo, que consistía en la alternancia de dos partidos en el poder. Esta doctrina pretendía superar la inestabilidad política anterior.
La constitución interna estaba integrada por unos principios políticos esenciales: la monarquía borbónica, la libertad, la propiedad y el gobierno conjunto del rey con las Cortes. En la política debía prevalecer el sentido realista y pragmático, por ello, era necesario buscar acuerdos y establecer pactos entre las fuerzas políticas, pactos que debían fundamentarse en una constitución consensuada.
La Constitución de 1876
Es una constitución moderada y flexible, inspirada en el liberalismo. Estaba formada por 89 artículos y sus características principales eran las siguientes:

  • Presentaba cierto equilibrio entre la constitución moderada de 1845 y la democrática de 1869.
  • Sustituye la monarquía democrática por la monarquía constitucional.
  • La Corona posee un carácter moderada y amplios poderes, y las Cortes eran bicamerales.
  • No definía ningún tipo de sufragio pero sí la confesionalidad católica del Estado.
  • Declaración de los derechos ciudadanos básicos.
Esta constitución ha sido la de mayor duración de la historia de España y permitió una estabilidad política antes desconocida.
Funcionamiento del sistema canovista: alternancia de partidos
El Partido Liberal Conservador estaba liderado por Cánovas estaba apoyado por las clases cómodas del país, y el Liberal Fusionista, dirigido por Sagasta y sustentado por la burguesía industrial y las clases medias urbanas. Estas dos fuerzas políticas practicaron el bipartidismo, se cedían el poder el uno al otro de modo que el nuevo partido, encargado de formar gobierno, convocaba unas elecciones que siempre ganaba.
Así podemos hablar de caciquismo como adulteración de la política por los grupos oligárquicos y las personalidades locales en beneficio de intereses partidistas o particulares. El encasillado o el pucherazo eran técnicas para la alteración del resultado de las votaciones. Esto originó un amplio fraude electoral en beneficio de los dos partidos preponderantes. El nepotismo y la corrupción acabaron contaminando todos los ámbitos de la sociedad española.
Oposición al sistema canovista

  • El republicanismo: Situada a la izquierda de los partidos dinásticos estaba dividido entre posibilistas, progresistas y centralistas. Se caracterizaba por reivindicar una mayor democratización del régimen y por la demanda de reformas sociales.
  • El carlismo: Destacó el Partido Integrista, que eran defensores del tradicionalismo católico y de los fueros. Mantuvieron cierta fuerza en el País Vasco, Cataluña y Navarra.
  • Los nacionalismos y regionalismos
    • Cataluña: Destacó la Unión Catalanista que elaboró un proyecto autonomista.La Lliga Regionalista fue el primer partido catalanista y se afianzó con el movimiento del modernismo.
    • País Vasco: Surgió en el marco del carlismo y de la defensa de los fueros. Destacó el Partido Nacionalista Vasco (PNV).
    • Galicia: Pretendían recuperar la lengua y la cultura gallega. Destacó la Asociación Regionalista Gallega que planteó la descentralización político-administrativa para Galicia.
    • Andalucía: Las raíces del nacionalismo pueden encontrarse en el movimiento cantonal republicano de 1873. Alcanzó protagonismo a través de la figura de Blas Infante.
    • Valencia: El nacionalismo tuvo sus orígenes como un movimiento cultural reivindicativo de la lengua y la cultura valencianas.
Pérdida de las colonias y crisis del 98
En 1898, España perdió Cuba, Puerto Rico y Filipinas, como resultado de los deseos independentistas de sus pueblos. Esto supuso un duro golpe que se conoce como Desastre del 98.
En Cuba fue ganando protagonismo el Partido Revolucionario Cubano, partidario de expulsar a España de la Isla. Estados Unidos amenazó a España con la intervención militar si esta no accedía a la venta de la isla, iniciativa que rechazó el gobierno español.
El acorazado Maine que se encontraba fondeado en la Habana, explotó de forma inesperada y Estados Unidos culpó a los españoles de su hundimiento. El gobierno norteamericano presentó un ultimátum a los españoles en el que exigía que renunciasen a la soberanía sobre Cuba. El rechazo de España provocó la declaración de la guerra, conflicto que se desarrolló en el Pacífico y en el Caribe. En el Pacífico, la escuadra española fue destruida en Filipinas y la consecuencia fue la generalización del levantamiento filipino. En el Caribe, la escuadra española también fue aniquilada y los norteamericanos desembarcaron en Puerto Rico y ocuparon la isla.
Finalmente se firmó el Tratado de París en el que España renunciaba a Cuba y cedía a Estados Unidos Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam. Así España perdía los últimos restos de su imperio colonial vendiendo a Alemania también Palaos, las islas Marianas y las islas Carolinas.
En las repercusiones económicas destacan los muchos empresarios que operaban en Cuba y se trasladaron a España y repatriaron sus capitales. Las consecuencias políticas se tradujeron en el desprestigio del sistema político. Sagasta hubo de dimitir como presidente del Gobierno y el Partido Liberal recibió bastantes críticas, por lo que propició la aparición de ideas regeneracionistas. Las repercusiones morales e ideológicas fueron considerables. España pasó de golpe a ser una potencia secundaria.
Debido a todo esto se desarrolló un movimiento  intelectual y político, llamado regeneracionismo, que propuso una profunda reforma de todas las instituciones del país, acabando con el caciquismo y las oligarquías. El desastre de 1898 significó la crisis de fin de siglo.

LIBERALISMO EN EL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX
Tras la crisis de 1898, que propició la reforma del régimen de la Restauración, se inició el reinado de Alfonso XIII que coincidió con un intento de política revisionista. Los principales representantes fueron Antonio Maura del Partido Conservador y José Canalejas, del Partido Liberal.
Alfonso XIII intervino en política y se sucedieron dos décadas en las que se inició una etapa de inestabilidad política. El Partido Conservador se hizo con el poder y Antonio Maura impulsó un importante programa de renovación interna del partido, con el que trataba conseguir un Estado más eficaz: impulsó proyectos para acabar con el caciquismo y la corrupción electoral, trató de integrar a las fuerzas situadas al margen del sistema de la Restauración, como por ejemplo el nacionalismo catalán, desarrolló también una política social con medidas como la Ley del Descanso Dominical, etc.
Tras la muerte de Sagasta, José Canalejas asumió el liderazgo en el Partido Liberal y apostaba por una amplia renovación de la política, por atraer ciertos sectores políticos y limitar el poder de la Iglesia. Entre sus iniciativas destacan: la separación de Iglesia y Estado, sustitución del Impuesto de Consumos, reformó la Ley de Reclutamiento y aprobó la Ley de Mancomunidades.
El republicanismo fue la principal fuerza de oposición, pero su problema era su fragmentación en diversos grupos.
Los nacionalismos seguían con importante influencia pero no demasiada.
El carlismo siguió asentado en zonas como Navarra, Cataluña y País Vasco y el regionalismo andaluz se desarrolló en torno a Blas Infante.
Los problemas del reinado de Alfonso XIII
España puso sus miras en Marruecos. En 1906, la Conferencia de Algeciras estableció 2 zonas de influencia en Marruecos, una francesa al sur y otra española al norte. El interés español en la zona obedeció a sus minas de hierro. Pero comenzaron los problemas, al ser atacados los obreros de las minas por los cabilas de la zona. Una operación militar mal planteada y ejecutada condujo al Desastre de Annual en 1921. Tras la derrota, se abrió un proceso de investigación para pedir responsabilidades, pero el fracaso afectó a altos cargos del Estado, lo que dejó el camino abierto para el golpe de Estado del general Rivera.
Todo empezó como una huelga pacífica contra la intervención española en Marruecos, pero terminó transformándose en una revuelta popular en la que el Gobierno declaró el Estado de guerra y se reprimió duramente a los manifestantes, dictándose numerosas sentencias de muerte. La represión ejercida desató una oleada de protestas tanto a nivel nacional como internacional que exigían la dimisión del presidente del Gobierno, por lo que el rey disolvió las Cortes y entregó el poder a los liberales.

En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial, momento en el que estaba al frente del Gobierno español el conservador Dato. La Guerra significó una gran oportunidad para la economía española, ya que se exportaron productos industriales y agrarios de los cuales tenían necesidad los países en conflicto.
Estuvo caracterizada por los conflictos sociales y políticos en muchos países europeos.
·         Descontento militar: el ejército español tenía un número muy elevado de oficiales con respecto al de soldados, por lo que aparecieron las Juntas de Defensa, que exigían una solución a los problemas de los bajos salarios y la eliminación de los ascensos por méritos de guerra.
·         Asamblea de Parlamentarios: Dato declaró el Estado de excepción y aumentó la censura de la prensa. En 1917, una Asamblea de Parlamentarios exigió limitar el poder del monarca, reformar la Constitución y cambiar el sistema político existente.
·         Huelga general revolucionaria: la tensión acumulada estalló debido a un paro que había convocado el sector ferroviario en Valencia, en un clima favorecido, además, por los sucesos revolucionarios en Rusia. Tras la represión desatada, en agosto se convocó una huelga general.
Descomposición del sistema canovista
El Régimen de la Restauración se hallaba en una profunda crisis. La única solución que encontraron sus dirigentes fue la formación de gobiernos de concentración, pero esto no fue capaz de dar soluciones a los problemas y el régimen entró en un proceso de descomposición:



La crisis de la Restauración disolvió el sistema turnista de partidos dinásticos (desde el desastre de 1898, pero especialmente a partir de la crisis de 1917). En los años siguientes (entre 1923 y 1939) se sucedieron la Dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República Española y la Guerra Civil Española, periodos en los que no hubo ninguna agrupación política de importancia que se identificara con la etiqueta liberal; pasando a ser los republicanos los que se apropiaron de su espacio y sus valores.
LIBERALISMO ESPAÑOL EN LA ACTUALIDAD
Dentro del espacio social deliberado a finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI, se identificó con la tradición y los valores del liberalismo. Aparece la etiqueta liberal que está dirigida por algunas organizaciones empresariales como la de José Antonio Segurado, la Fundación Ortega-Marañón, y a distintas academias dependiendo de la personalidad…, especialmente en economía a Pedro Schwartz, además como distintas instituciones.
Dentro de este apartado encontramos:
En este apartado cabe destacar el término de “globalización” fundamentalmente, aunque también hablamos del neoliberalismo español, donde se aplica a las políticas económicas privatizadoras de distintos gobiernos además de los individuos, o instituciones identificados con el concepto de sociedad de mercados.

MOVIMIENTO OBRERO ESPAÑOL
El movimiento obrero es un movimiento social que busca un mayor bienestar para los trabajadores, está muy relacionado con el movimiento sindical.
El nacimiento del movimiento obrero está ligado a las transformaciones políticas, sociales y económicas que trae consigo la victoria de las ideas del Liberalismo, tanto político como económico.
En España, se inició en Cataluña entre 1830 y 1840, pero no es hasta el Sexenio Revolucionario cuando nace con la fundación del Congreso Obrero de Barcelona. Durante la Restauración se fundan las dos grandes organizaciones sindicales españolas: en 1889 la Unión General de Trabajadores, socialista; y en 1910 la Confederación Nacional del Trabajo, anarcosindicalista.
El resultado se concreta en unos planteamientos políticos e ideológicos que permiten a la organización obrera marcar sus diferencias con los partidos burgueses, ofreciendo a la clase trabajadora un proyecto social claramente revolucionario.
Con respecto a la educación, se pretende impartir una enseñanza integral que tienda al desarrollo completo y armónico de las facultades morales, físicas e intelectuales del hombre por medio de una instrucción científica, profesional y productiva. Esta formación era impartida en la escuela-taller, institución adecuada a las necesidades e intereses de la clase obrera. Esta es la educación que reciben y hacen suya los españoles.
3 aspectos eran característicos de esta enseñanza en la Península:

  • Se basaba en los fundamentos ideológicos de la división del trabajo.
  • Planteaba un tipo de instrucción adaptada a las necesidades y aspiraciones de la clase trabajadora.
  • Unía tanto a los sectores más radicalizados como a los más reformistas de la organización obrera para la lucha contra la burguesía.

REFERENCIAS: